Más información sobre Teresa como Doula
A ver...
Si a mí me dicen : “Un conductor de coches podría pilotar un avión porque a fin de cuentas ambos son CONDUCTORES de un vehículo” yo me tiraría las manos a la cabeza.
Luego me reiría un buen rato por lo desafortunado de tal aseveración y gracias a mi sentido del humor.
Lo que no haría gracias a mi apuesta por un concienzudo, intenso y prolongado en el tiempo, trabajo de crecimiento personal y como cualquier ser medianamente cuerdo, que valore la documentación y contrastación de la información que se le pone delante y sobretodo no tenga un miedo atroz a los cambios sería decir:
“Todos los conductores de coches” son unos intrusos porque pilotan aviones
Además “Todos los conductores de coches” hacen cosas muy raras que no entendemos, y que por tanto son denunciables y ponen en peligro la vida de los pasajeros.
Acusamos a “Todos los conductores de coches “porque no están formados para pilotar aviones.
Los pilotos de aviones a menudo conducen coches. No existe viceversa en este caso.
Si yo no soy piloto en la vida se me ocurriría
CONDUCIR un avión.
Si yo quisiera pilotar aviones me formaría para
pilotar aviones.
Si lo que quiero es conducir coches me preparo para
estar en las condiciones más idóneas, practico y me formo para conducir coches.
Las personas que acompañan a otras en su proceso de maternidad/paternidad y crianza consciente además de haberse formado implícitamente para ello (aunque en España no haya regulación en torno a esa formación- ¡qué raro España siempre a la cola del mundo!- a pesar de haberse solicitado durante años por el propio colectivo de Doulas ) son personas con formación y experiencia en campo afines y con unas aptitudes y competencias que las dotan de esa cualidad que una mujer precisa para ese acompañamiento e incluso muchas de ellas son personal sanitario que complementa su formación con aquellos contenidos de los que el sistema educativo oficial adolece. Asignaturas como HUMANIDAD, EMPATÍA, SERENIDAD,CERCANÍA,HUMILDAD,RESPETO POR EL PROCESO DEL OTRO, CAPACIDAD DE ESCUCHA, CAPACIDAD PARA QUITARSE DE EN MEDIO, AUSENCIA DE JUICIO...
Afortunadamente muchos profesionales ya dotados de esas competencias por suerte de genotipo o fenotipo, no precisan estudiarlas, aprehenderlas o aprenderlas, esto último más difícil por aquello del periodo crítico que lo vuelve incluso imposible pasadas determinadas etapas de la vida, pero hay muchos que no saben ni definirlas diccionario en mano. Y por ello a mí en la vida se me ocurriría decir, aún a pesar del terrible recuerdo que guardo de mi propia experiencia de maternidad gracias a unos cuantos de ellos " TODOS LOS PROFESIONALES DE LA SALUD EN EL CONTEXTO DE LA MATERNIDAD..."
Una mujer no tiene que andar cruzando los dedos para que le toque ( como si de una lotería se tratase) personal asistencial bueno, una mujer tiene que ir a una institución en caso de elegir esa opción, sabiendo que lo va a encontrar sí o sí, e independientemente de ello , debería tener el derecho a elegir quién quiere que la acompañe emocionalmente en el proceso por el cual está pasando, a estar plenamente informada y en situación de elegir lo que le conviene en cada momento y contar con las condiciones necesarias para que su parto EL DE ELLA, se de en las mejores circunstancias posibles. Cada cual con lo suyo y tiro porque me toca.
Ninguna Doula asiste partos porque esta labor no le corresponde. Ninguna Doula emite juicios sobre el personal sanitario, ni pone en entredicho lo que este aconseje a la madre. Una Doula conoce sus límites y sabe hasta donde llegan sus competencias y cuando derivar y a quién un caso si fuera preciso. Una Doula nunca aconseja a la madre algo que ponga en peligro su vida o la que está por llegar porque es precisamente su inmenso RESPETO por la vida lo que la ha colocado en el lugar que ha elegido para SER.
Una Doula, ni siquiera en este momento, tiene dudas de que lo que hace está bien hecho y es necesario para el mundo. Una Doula, ahora más que nunca, se siente orgullosa de ser DOULA.
Cuando el viejo y arcaico sistema sanitario que lleva más de un siglo frotándose las manos por haberle quitado a la mujer su derecho a parir dignamente siendo dueña de ese proceso, termine de dar los coletazos de rabia por oler que su fin está próximo y que no se pueden seguir haciendo las cosas desde la soberbia y el desdén, desde la frialdad de los hierros y aluminios, la luz cegadora y las sustancias que enriquecen a unos cuantos, nosotras probablemente sin pena ni gloria y muchas veces con los bolsillos vacíos pero el alma llena seguiremos estando aquí. Llorando en un rincón cuando la única protagonista, LA VIDA, ocupa el lugar que le corresponde mostrándonos una vez más lo pequeñitos que somos y la grandeza de elegir ser canales para que ella se manifieste.
Teresa Delgado © 2015